lunes, 25 de junio de 2012

Contra la estupidez colectiva


“Muchas veces comprobaremos que nos perjudicamos a nosotros mismos persiguiendo denodada y estúpidamente nuestro propio interés. Por eso el mejor combate contra la estupidez colectiva es aprender una racionalidad más cooperativa” Daniel Innerarity

Leyendo muchos artículos sobre la crisis de la Unión Europea y también muchas declaraciones de los dirigentes de mi país y de la región cuando la situación económica se complica, como por ejemplo: la crisis recurrente del dólar, la falta de combustible, la crisis del campo, el aumento de los precios, entre otros; encuentro que se pide a los mercados comportamientos propios de las personas: "los mercados no comprenden", "los mercados se equivocan", "los mercados buscan destruir al país". Los mercados son muchas decisiones, muchas de los poderosos con influencia y muchas decisiones personales sin poder para incidir en el juego.

En muchos casos estas decisiones son similares a lo que en Argentina se conoce como el efecto "puerta 12”. Son comportamientos individuales contrarios a los propios intereses de aquellos que toman las decisiones y que apoyan y legitiman las decisiones de los “poderosos” que ganan con la decisión. La crisis argentina del 2001 es un caso de esta situación. La decisión de devaluar la moneda afectó el patrimonio de los argentinos para salvar los flujos financieros. Se devaluó afectando el valor de los activos de las personas muy superiores al valor de los flujos. Para intentar ponerlo más claro: las personas incidieron con su comportamiento en la pérdida de valor de sus propiedades para hacer valer sus ahorros líquidos. Defendieron sus pocos dólares en el bolsillo para ver perder el valor de sus propiedades. Como terminó la historia, es por todos conocidos: miseria y exclusión de la cual todavía no nos recuperamos y una transferencia inédita de riqueza a los sectores prebendarios (RAE: Oficio o empleo en el que se gana mucho dinero y se trabaja poco) de nuestra economía. 


¿Se le puede pedir una racionalidad técnica a las decisiones individuales en una contexto de crisis de confianza? No creo. ¿Se le puede pedir "bondad" a los especuladores que ganan con la situación? Me parece que no. Creo que en este contexto de crisis hay un actor que se cuestiona, pero a su vez se revaloriza, ese actor es la política. A él se le echan las culpas pero de él se esperan las respuestas.

De la política debe venir la respuesta para reconstruir la confianza, porque de eso se trata. Nada es tan determinante que un día se amanezca con un riesgo país de 100 puntos y al día siguiente las agencias de calificación determinen que la deuda soberana son bonos basura. Nada es tan bueno como parece ni nada tan malo como nos lo hacen vivir.

Reconstruir las situaciones de inestabilidad no es volver a la estabilidad que no existió: es encontrar un nuevo estadío que nos permita retomar un rumbo social positivo. Esa es la función de la política y su respuesta no tiene que ver con volver a viejas recetas, sino saber responder frente a la nueva realidad social. Se trata de encontrar nuevas formas de coordinación entre las competencias de los estados nacionales, la creación de nuevas reglas de regulación y coordinación supranacional y permitir el desarrollo de soluciones innovativas a los problemas de las personas a nivel local.

Estas nuevas reglas de coordinación de los distintos niveles de gobierno tienen un esquema articulador que se resume en los principios del Gobierno Abierto
Los rediseños estatales se deben basar en: 
  1. la apertura de datos que "iluminen" la toma de decisiones; 
  2. la participación que permita reconocer las nuevas voces de una sociedad crecientemente compleja y 
  3. la colaboración que permita poner al servicio de las políticas públicas el valor del conocimiento colectivo, sumando al conocimiento "experto" el conocimiento social.


Luis Babino - Fundación CiGob / Presidente

No hay comentarios:

Publicar un comentario